El mundo laboral de hoy implica saber moverse en entornos con gente de diferentes orígenes dentro de las empresas.

Las habilidades emocionales son en gran medida las que hacen que tengamos éxitos en los ambientes sociales, laborales y de negocios, al punto que una investigación realizada a nivel mundial por The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, arrojó un resultado sorprendente y vinculado a nuestro Cociente de Éxito: el mismo se debe un 23% a nuestras capacidades intelectuales, y un 77% a nuestras aptitudes emocionales.  

Este hecho por demás sorprendente y en muchas ocasiones obviado por individuos que el contacto con las personas: clientes, amigos, familiares, es el día a día de sus interacciones, nos lleva a reflexionar en unos de los puntos que en ocasiones fallamos: La inteligencia Cultural, definida por algunos de los estudiosos del tema como: la capacidad para relacionarnos efectivamente con personas de otras culturas. Quiero destacar que cuando hablamos de cultura no nos referimos solo a nacionalidades, pues tal como señala Damián Goldvarg: ¨la cultura está compuesta por los valores, actitudes, creencias y comportamientos compartidos por un grupo de personas, cuando hablamos de cultura también nos referimos a culturas organizacionales, profesionales y a otras que nos identifican con los grupos a los que pertenecemos¨.

Trabajar con nuestras relaciones desde el punto de vista de la inteligencia cultural nos permite mayor nivel de empatía, flexibilidad y asertividad, desde el momento que entendemos las creencias, hábitos y tabúes de culturas regionales, provinciales o extranjeras, lo cual nos permitirá un manejo más adecuado en nuestras relaciones interpersonales y un mejor desempeño en nuestros ambientes profesionales, según lo establece el profesor Christopher Earley, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Singapur y profesor invitado de Comportamiento Organizacional en la Escuela de Negocios de Londres en su libro Developing cultural intelligence at work.

Cuando tenemos la delicadeza de interesarnos en los diferentes componentes de estas culturas de personas que de alguna manera están interrelacionados con nosotros estamos abriendo la oportunidad de cerrar brechas intelectuales y culturales desde el punto de vista del trato humano, y amplio el tema estableciendo bien claro que no solo me refiero a nacionalidades también a otro tipo de rasgos culturales, puedes verlo en características propias de profesiones tales como auditores, contadores, arquitectos, ingenieros, en segmentaciones sociales como los Gays, machistas, feministas, etc.

Las diferentes expresiones culturales son apreciadas y transmitidas de diferentes formas y maneras. Estas culturas tienen diferente expresiones con la transmisión de su imagen pública. Usted puede notar en el timbre de voz y la entonación características típicas de ciertas regiones y culturas, puede verlo en su forma de vestir, sus tradiciones, los símbolos usados en prendas, accesorios, tipo de lecturas y música que escuchan.

Todo esto hace que sin darnos cuentas nuestro cerebro social nos incline a relacionarnos con personas de nuestras mismas culturas porque de alguna forma comparten nuestros códigos  y hacemos mayor empatía con ellos, menospreciando sin darnos cuenta a los que no lo tienen. Nos cuesta entenderlos pues hasta su lenguaje corporal es diferente al nuestro, sus manifestaciones de afectos, su forma de pensar, sus sistemas de organización, etc.

Precisamente es aquí donde la inteligencia cultural nos permite tener una mayor visión, flexibilidad y capacidad para adaptarnos, comprender y lidiar con esos retos y desafíos que nos deparan las relaciones sociales y profesionales permitiendo coordinar acciones con personas de culturas diferentes para alcanzar fines en común.

Usted puede desarrollar su inteligencia cultural de varias maneras, le presentaré algunos consejos que puede seguir para iniciarse en esta maravillosa herramienta de socialización.

  • Reconocer nuestros valores, creencias y actitudes y aceptar que aunque son los nuestros no son los únicos válidos.
  • Ser empático y tener la capacidad de ponernos en los zapatos del otro, esto nos permite ser sensibles a las necesidades de otras personas.
  • Sea humildad, curioso, flexible, desarrolle su capacidad de estar pendiente a las sutilezas de las diferencias culturales,
  • Abra su corazón y su mente a nuevos aprendizajes culturales (convenientes)
  • Desarrollar amistades con personas de otras culturas,
  • Conozca las diferentes culturas dentro de su propio país, en sus propias regiones.
  • Viajar internacionalmente y conocer gente de otros países.
  • Vea películas o lea libros que nos instruyen sobre cómo viven y piensan personas diferentes a nosotros son maneras de desarrollar nuestra inteligencia cultural.

Finalmente recuerde que la inteligencia cultural es parte de sus aptitudes emocionales y ellas son demasiado importantes como para no entrenarlas pues representan el 77% del éxito de las personas según el estudio precedentemente expuesto, entonces ¿Qué hace usted que no ha iniciado su entrenamiento?

Estos y otros consejos puede verlo en nuestro su página web www.marianoabreu.com  y en nuestro canal de Web: www.youtube.com/laimagenpublica

Mariano Abreu

Consultor de Imagen Pública

Professional Life Coach

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